El marquesado de Alcañices es un título nobiliario español concedido por Carlos I de España el 15 de diciembre de 1533 a Francisco Enríquez de Almansa[1] por su participación en la batalla de Villalar luchando en el bando realista contra los Comuneros.
Su nombre hace referencia a la villa de Alcañices (Zamora), cuyo señorío gozaba la persona a la que fue concedido el título.
Se trata de un título nobiliario que no está sujeto a la agnación masculina, por lo que ha sido ocupado por herederas, hecho que da lugar a que no siga una sucesión directa dentro del mismo linaje.
Tras fallecer en 1713 sin sucesión la IX marquesa, Teresa Enríquez de Velasco, el marquesado pasó a la familia Enríquez, duques de Medina de Rioseco y Almirantes de Castilla, y una vez fallecida la XI marquesa, María de la Almudena Enríquez de Cabrera y Almansa, en 1741 el título pasó a manos de los condes de Grajal.
Finalmente, el condado de Grajal y todos los títulos acumulados por la Casa pasaron a formar parte del ducado de Alburquerque.