Después de su muerte, Carpenter ha sido reconocida como la pionera del periodismo fotográfico en Estados Unidos.
Su padre se mudó de Carolina del Norte para trabajar como peón en Minnesota, donde conoció a Lillian.
A continuación se unió al Sindicato INP (International News Photo) como "fotógrafo de asignación especial".
[6] Descrita como "una morena atlética", ella misma fue a veces el tema de sus propias fotos.
[7] Su trabajo con el sindicato INP fue un factor a su favor para lograr un trabajo altamente codiciado de la Casa Blanca en 1945, a través del que pronto desarrollaría una relación profesional y cordial con el Presidente de EE. UU.
[10] Ella se resistió a "ser tratada de forma condescendiente por los más veteranos del club" y mantuvo su espíritu.
Esta política no cambió hasta 17 años más tarde, en 1962, por iniciativa del Presidente John F.
Se mudó al oeste y Capenter no volvió a verlo nunca más.
Se volvió una semireclusa, una persona muy reservada y que raramente hablaba de su vida pasada.
Paul clausuró y derribó su casa, situada en 1032 Conway Street, en el lado este de la ciudad.
La más cercana de sus amistades ocasionales recordó que tenía un hijo y se esforzó por encontrarle.
[15] Sus cenizas, junto a las de su madre, fueron esparcidas en una granja entre Villard y Glenwood, Minnesota, donde había pasado los veranos cuando era niña.
Paul Camera Club estableció la entrega anual del "Premio Marion Carpenter" en su honor, que se otorga a la mejor impresión monocromática de fotoperiodismo, también conocido como "Premio Anual a la Impresión Monocromática de Fotoperiodismo".
Se puede deber a que estuvo por delante de su tiempo y su carrera profesional en Washington fue demasiado breve.
[11] Varias cámaras de Carpenter subastadas junto a sus bienes están consideradas como piezas históricas .
[18] Otra cámara que poseyó fue la 'Rolleicord III', producida a finales de 1949 por la compañía Rollei-Werke Franke y Heidecke.