Al terminar la guerra, y en profundo desacuerdo con la situación política española, solicitó continuar su ministerio en Uruguay.
Allí, en la ciudad de Salto, permaneció unos meses hasta que en 1940 solicitó la secularización y se trasladó a Argentina.
En Argentina se ganó la vida como traductor y escribió un único libro, No me avergoncé del Evangelio (desde mi parroquia) publicado en Buenos Aires por la editorial Periplo en 1958.
El libro, en el que describía la represión en Navarra durante la Guerra Civil, fue un gran éxito de ventas y tuvo al menos tres ediciones: El libro también se mostraba muy crítico con la Iglesia Católica, a la que acusa de legitimadora de la Guerra y posterior dictadura, y de falta de coherencia: El libro constituye una de las fuentes primarias más importantes para la descripción del papel interpretado por la Iglesia Católica en Navarra durante la Guerra Civil y sobre la represión en dichos años, siendo una fuente profusamente utilizada por autores como José María Jimeno Jurío, en su libro La Guerra Civil en Navarra (1936-39), que recopila los artículos del autor sobre el tema escritos y publicados en prensa durante la Transición; o Julián Casanova, que lo utiliza en su libro La Iglesia de Franco.
Su sobrina y cineasta Helena Taberna ha llevado al cine su experiencia durante la Guerra Civil en su tercera película titulada "La buena nueva" que se estrenó en 2008.