Activa a lo largo del medioevo, tuvo cierta importancia, aunque limitada en número.
Los ataques sarracenos a Roma en los años 843, 846 y 849 finalmente requirieron la construcción de sus propias fuerzas navales.
En 1823, la Marina tenía una goleta llamada San Pietro (12 cañones) y tres unidades más pequeñas.
El convoy viajó a través del río Támesis, llegó al canal de la Mancha , recorriendo el norte de Francia por Normandia hasta llegar a Marsella, y desde aquí se dirigió al Mediterráneo, llegando a Roma tras remontar el Tíber.
[7] En 1951, con un decreto emitido por la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano, se estableció que, según el derecho internacional, el Estado de la Ciudad del Vaticano podía permitir la navegación de los buques que enarbolan la bandera del Vaticano.