Debutó en 1882 con una comedia de Alexandre Dumas y consiguió ser aclamada por el público, su carrera teatral duró diez años destacando su interpretación en las obras de Molière (ella será Henriete en Les Femmes Savantes, Elise en L'Avare o Junie en Britanicus y obtuvo un gran éxito con Honnêtes Femmes de Henri Becque.
Su esposo, amigo y seguidor del general con ambiciones políticas Georges Boulanger, la introdujo en el mundo de la política radical y la alentó para que escribirse panfletos sobre el movimiento de los "Boulangistas".
Sin embargo, en 1891 la pareja se separó y Durand aceptó un empleo como escritora en Le Figaro, el periódico más vendido de la época.
Entre las numerosas colaboradoras de La Fronde se encuentran figuras clave del feminismo francés y periodistas de la época como Clémence Royer (1830-1902), María Pognon (1844-1925), Madame Vincent (1841-1914), Nelly Roussel (1878-1922), Aline Valette (1850-1899), Hubertine Auclert, María Vérone (1874-1938), Avril de Sainte-Croi (1855-1939), Marie Maugueret (1844-1928), Pauline Kergomand (1838-1925), Andrée Téry, Dorothea Klumpke, Clotilde Dissard, Mathilde Meliot, Blanche Galien, Hélène Sée, Odette Laguerre, Claire de Pratz y Jane Misme.
Pronto surgirían problemas financieros y la experiencia sería de corta duración.
[4] Durand fue, por otro lado, un personaje notablemente extravagante conocida por pasearse por los parques de París acompañada por su mascota, una leona llamada "Tiger".
Colaboró en el establecimiento del zoológico Cimetière des Chiens en el suburbio parisino de Asnières-sur-Seine, donde finalmente debió llevar a su leona.
Al año siguiente, en París fue inaugurada una biblioteca con su nombre, la Bibliothèque Marguerite Durand, creando así la primera "Oficina de documentación feminista" francesa.