Margarita era condesa de Tonnerre por herencia desde 1262 hasta su muerte.
Ella y su esposo perdieron el título de rey y reina de Sicilia en 1282, convirtiéndose en rey y reina sólo de Nápoles.
Allí en Tonnerre, las tres mujeres vivieron vidas de caridad y oración.
Margarita fundó en la villa el Hospicio de Fontenilles, y proporcionó los fondos necesarios para su mantenimiento.
Heredó sus posesiones a su sobrino-nieto, Juan II de Châlon.