Marco de Carlo

También se le conocía en el medio artístico bajo el nombre de Marcko D'Carlo, y así se le acreditó en algunas películas.

Casi toda su carrera artística la hizo en México interpretando toda clase de papeles en muy diversas películas, incluyendo La venenosa (1949), de Miguel Morayta, con Gloria Marín y Ana Luisa Peluffo; y ¡Yo soy gallo dondequiera!

(1953), de Roberto Rodríguez, junto a Joaquín Cordero y Sara Montiel; sin descontar las producciones de bajísimo presupuesto del "rey del cine Z" de México, Juan Orol, para quien trabajó en seis filmes, entre ellos,Cabaret Shangai(1950), ¡Que idiotas son los hombres!

(1951), Perdición de mujeres (1951) y La diosa de Tahití (1953), todos al lado de Rosa Carmina; y, con mejor suerte, las siete comedias junto al cómico Antonio Espino "Clavillazo", como Vivir a todo dar (1956), El organillero (1957) y Piernas de oro (1958).

Otros títulos incluyen Chanoc en el circo unión (1979), El látigo contra las momias asesinas (1980); El hijo de Santo en frontera sin ley (1983) y Ratas de la frontera (1984), ambas al lado de Raúl Salcedo «Cascarita»; Los demonios del desierto (1990) y La guerra de los bikinis (1990), entre otros.