Marcial Maciel
Los alzamientos cristeros llegaron a Cotija en 1927, cuando él tenía siete años.Su familia se trasladó a Zamora (Michoacán), donde recibió su primera comunión.Ese día el papa Juan Pablo II ordenó 60 nuevos sacerdotes legionarios en la Basílica de San Pedro.[6] En el último capítulo general celebrado en Roma en enero de 2005, Maciel renunció a la reelección de los padres capitulares, dejando la dirección general de la Legión y del Movimiento Regnum Christi a su sucesor, Álvaro Corcuera, y poder así acompañarlo en sus primeros pasos.[14] En 2006, cuando Ratzinger ya era papa, anunció el cierre de la investigación sobre Maciel debido a su avanzada edad y quebrantada salud,[13] ordenándole el retiro del sacerdocio público para consagrarse a una vida de «oración y penitencia».[23] El 3 de marzo de 2010, en el programa radiofónica Noticias MVS con Carmen Aristegui se presentaron Blanca Estela Lara Gutiérrez y sus hijos Omar, Raúl y Cristian González Lara.Los dos últimos son hijos de Maciel, quien tuvo una relación con Blanca Lara desde que se conocieron en Tijuana en los años setenta.[24] Maciel era también adicto al demerol, un potente tranquilizante, el cual conseguía gracias a sus seminaristas, que se lo suministraban regularmente, con el pretexto de padecer dolores de espalda y cabeza.Después se supo que Maciel lo había plagiado en más del 80% del Salterio de mis horas, un texto escrito por el abogado y político católico Luis Lucia Lucia (1888-1943) y publicado en 1956.[26]Este plagio ya ha sido admitido públicamente por la congregación religiosa y la noticia ha sido publicada en diversos medios, como el diario español El Mundo en diciembre de 2009.Según Europa Press, en la misiva firmada por los religiosos Scott Reilly y Julio Martí, se solidarizan con quienes han sufrido «por las conductas sexuales de su fundador» y dicen que «como sacerdotes, nuestros corazones están con todos aquellos que han sufrido o se han escandalizado por estas acciones».Asimismo pidieron disculpas en nombre del director de la Legión, Álvaro Corcuera, quien «ha comenzado a encontrarse personalmente y en privado con quienes él sabe han sufrido más, ofreciéndoles una sentida disculpa y consuelo».