Asumió entonces una dictadura militar, encabezada sucesivamente por tres presidentes, los generales Arturo Rawson (1943), Pedro Pablo Ramírez (1943-1944) y Edelmiro Farrell (1944-1946).
Por otro lado Estados Unidos influyó profundamente en los acontecimientos apoyando abiertamente a los sectores que querían que Argentina le declarara la guerra a las potencias del Eje, durante la Segunda Guerra Mundial y obstruyendo el accionar de los sectores «neutralistas».
Ya que eran medidas fascistoides para combatir al socialismo/comunismo, el partido socialista participó de la marcha.
Cincuenta personalidades de la oposición encabezaban la marcha, entre ellos los radicales José P. Tamborini, Enrique Mosca, Ernesto Sammartino y Gabriel Oddone, el socialista Nicolás Repetto, los radicales antipersonalistas José M. Cantilo y Diógenes Taboada, el conservador (PDN) Laureano Landaburu, los demócratas cristianos (Unión Demócrata Cristiana) Manuel Ordóñez y Rodolfo Martínez, el comunista Luis Reissig, el demócrata progresista Juan José Díaz Arana, el rector de la UBA Horacio Rivarola.
En ese momento los líderes del movimiento opositor tuvieron el país y el gobierno a su disposición.
«Perón era un cadáver político»[6] y el gobierno, presidido formalmente por Farrell, estaba en realidad en manos del general Ávalos quien asumió como Ministro de Guerra en reemplazo de Perón y sólo pretendía entregar el poder a los civiles lo antes posible, aunque rechazaba una salida deshonrosa, como la que proponía la oposición al exigir la entrega del gobierno a la Corte Suprema.