Mar de los Sargazos

Se trata del único mar definido por sus características físicas y biológicas que no tiene presencia de costas.

[2]​ Aunque todas las corrientes mencionadas depositan plantas marinas y desechos en el mar, el agua oceánica del mar de los Sargazos se distingue por su color azul intenso y su excepcional claridad, con una visibilidad submarina de hasta 60 m (196,9 pies).

[5]​ Según el cartógrafo musulmán ceutí Muhammad al-Idrisi (1100-1165), un grupo de marinos conocido como Mugharrarūn (‘aventureros’) enviados por el sultán almorávide Ali ibn Yusuf (1084-1143), y bajo el mando del almirante Ahmad ibn Umar, llegó a una parte del océano Atlántico cubierta por algas, que algunos han identificado como el mar de los Sargazos.

Había estado compitiendo en la Sunday Times Golden Globe Race, una circunnavegación en solitario, cuando su barco, mal preparado, empezó a hacer agua.

Esta estratificación del agua por densidades, provocada por la diferencia de temperatura, tiene importantes consecuencias ecológicas.

En las aguas superficiales, donde llega la luz, abunda el plancton vegetal, que consume sales como los fosfatos y nitratos.

El mar de los Sargazos alberga algas del género Sargassum, que flotan en masa en la superficie.

También se cree que, tras la eclosión, las tortugas bobas jóvenes utilizan corrientes como la Corriente del Golfo para viajar al Mar de los Sargazos, donde utilizan el sargazo para protegerse de los depredadores hasta que maduran.

Contrariamente a las teorías anteriores, los resultados indicaron que la zona tiene una gran variedad de vida procarionte.

El giro del Atlántico Norte, un vórtice de corrientes oceánicas que gira en el sentido de las agujas del reloj en el Océano Atlántico Norte.
Alga de sargazo.
Líneas de sargazo en el Mar de los Sargazos.