[1] Políticamente destacó su adhesión al hijo bastardo de Felipe IV y La Calderona en quien puso muchas ilusiones respecto al futuro político de España.
[3] Quienes han estudiado su trayectoria estiman que fue autodidacta.
Su primer escrito fue un Memorial de la Casa de Escalante y servicios de ella, al Rey nuestro Señor que dio a la imprenta en Valladolid en 1654 y que volvió a reimprimir dos años después.
Compuesto por un autor moderno, poca experiencia y grande celo, su obra más destacada.
En la obra Tratado y advertencias hechas por una mujer celosa del bien de su rey y corrida de parte de España destaca el deber de la educación y afirma su autoridad basada en el conocimiento que le ha proporcionado la lectura[1] en una época en el que pocas mujeres tiene acceso a la formación.
Reivindica la capacidad intelectual de las mujeres que, debidamente cultivada, incluso les permitiría acceder a los puestos políticos y apoya su intervención en las guerras.
Considera que la mujer debe trabajar al margen de su condición social.