La revista Primer Acto nº 327 publicó el texto íntegro así como una entrevista con la autora.
Aún vinculada a la Sala Cuarta Pared, participó en la dramaturgia colectiva de Gen.Esix (Noche en Blanco 2010) y escribió junto a Javier Yagüe la pieza de teatro-danza Destino estrenada en Territorio Danza.
Cabe destacar además sus contribuciones a la crítica cinematográfica en los libros Todos los estrenos, Cine Drogado, Listas negras en Hollywood y Las películas de Almodóvar.
También en festivales nacionales (Surge, Frinje, Escena Abierta) e internacionales en Italia, Francia y Estados Unidos.
[5] En el ámbito de las artes escénicas, algunos de sus profesores han sido José Sanchis Sinisterra, Juan Mayorga, Alejandro Tantanián, José Antonio Sánchez, Oscar Cornago, Carlos Marquerie o Enzo Cormann y entre sus principales referentes cita a Claudia Faci y a Angélica Liddell.
[6] En 2024 recibió el Premio Nacional de Literatura Dramática por la obra Primera sangre, donde aborda la violencia sexual en las niñas.
La crueldad del pueblo hacia Abramm se torna en una auténtica caza al hombre.
Mientras Gisele -convertida por la sociedad en fashion victim y mujer objeto casi sin haberse dado ni cuenta- relata su infierno por ser casi un símbolo más que una mera persona sin vida propia, la orangután hembra -humanizada por la autora- expone su propio infierno, después de haber sido prostituida y degradada por los seres humanos como una mercancía, demostrando que ella -en su calvario personal- puede y llega a ser mucho más humana que los propios humanos.
Son, después de todo, dos mujeres expuestas al mundo del hombre, cada una en su terreno, Pony como objeto sexual y Gisele como objeto de mera admiración masculina; y cada una enfrentada a su propio calvario personal.
Podría tratarse de un aprendizaje como el que hay que emprender en toda relación amorosa pero también es la posibilidad de desandar ciertos prejuicios… ¿quién conquista a quién?, ¿dónde empieza o termina un continente?, ¿qué es lo verdaderamente originario, primitivo?
[22] Acusado de catorce cargos contra la moral, Oscar Wilde, es acosado por la ruina.
[23] A través de esta ficción biográfica inspirada en Günter Brus, artista austriaco que se autolesionaba en público, Velasco vincula agonía y sexo: "el dolor es indisociable del placer, casi todas las relaciones sociales están basadas en juegos sadomasoquistas".