María Douglas

Estudió en la Escuela Dramática de México, prestigiosa institución fundada por el maestro japonés Seki Sano.

En 1948 consigue su consagración como actriz mediante una caracterización de Blanche Dubois que todavía hoy sigue considerándose insuperable, en la obra Un tranvía llamado deseo de Tennessee Williams, producida por el INBA, entonces comandado por Salvador Novo, dirigida magistralmente por el japonés Seki Sano y con Wolf Ruvinskis como su contrafigura, Stanley Kowalski.

Esta obra cambió para bien la escena teatral mexicana y elevó a la Douglas al estatus de Diva.

Su última aparición en cine sería en 1971 en Los corrompidos con Julio Alemán, Joaquín Cordero y Jorge Mistral.

En este medio completó ocho títulos y cuando apareció en el primero de ellos, los críticos la atacaron fuertemente por intervenir en una telenovela.