Manuel de Lardizábal y Uribe

Sus principales aportaciones tuvieron lugar en el campo del derecho penal, al haber sido nombrado por Carlos III en 1770 miembro de una comisión para afrontar la reforma de las leyes penales.

Sus aportaciones teóricas fueron valiosas pero escasas en la práctica debido al contexto político: fue desterrado en 1794 por Manuel Godoy a las tierras de sus antepasados guipuzcoanos, (Segura, Guipúzcoa), enseñando con su hermano Miguel en la renovadora e influyente Real Sociedad Económica de Amigos del País de Vergara, y al mismo tiempo despreciado por los liberales españoles, a partir de los 70, por su filiación absolutista.

Lardizábal parece definirse como ilustrado cristiano, y estuvo muy influenciado por el reformista Cessare Beccaria, cuyas ideas recibió bajo el prisma del absolutismo imperante en la época, decidiéndose a escribir su famoso "Discurso sobre las penas, contraído a las leyes de España para facilitar su reforma" (1782), el cual gira en torno al castigo, propugnando una urgente necesidad de cambio en las leyes con base en la equidad, la justicia y la razón.

La aportación más importante de Lardizábal fue su Teoría de la Pena (utilitarista relativa o moderada), terreno en el que probablemente supera a Beccaria.

Sin embargo, y en contra de las tendencias más avanzadas de la época, no rechazaba la pena capital, no admitía la igualdad frente a la ley penal ni creía que la prevención fuera la justificación de la pena, pues Lardizábal basaba el castigo en un fin principal (la corrección del delincuente) y en unos fines subordinados (el escarmiento, la seguridad y la reparación).

Manuel Lardizábal y Uribe