Manuel Reina Montilla

Su prestigio fue creciendo en los últimos años de su vida; fue elegido senador por Huelva en 1898[1]​ y diputado por Lucena en 1903.Su bisnieto Santiago Reina, profesor de literatura y lengua castellana, residente en Córdoba, realizó una tesis doctoral sobre Manuel Reina, aparte de los seis libros publicados por él y dedicados a su bisabuelo.Pasó luego a realizar una poesía sensual, lujosa, y de gran musicalidad en La vida inquieta (1894), donde muestra el influjo de Charles Baudelaire y Edgar Allan Poe.Demuestra que en el poeta habitaba un hombre sensible e intuitivo.Estos homenajes continúan en su último libro, Robles de la selva sagrada, que apareció póstumo en 1906: Heine, Baudelaire y Bécquer, y se extiende a personajes de ficción no menos célebres: Don Quijote, Fausto, Ofelia y Childe Harold.Situado en la corriente de los precursores españoles del modernismo junto a Ricardo Gil y Salvador Rueda, los llamados coloristas, la poesía de Manuel Reina necesita urgente revisión y reedición.Si en sus libros iniciales se halla la poesía pintoresca y costumbrista al lado de la inspiración becqueriana, los resabios moralizantes y cívicos de la poesía a lo Gaspar Núñez de Arce y la perfección parnasiana, se encuentran desde La vida inquieta (1894) atisbos de culturalismo y un culto a la belleza que son propios ya del modernismo más avanzado.En una ocasión, además, ensaya el ritmo anapéstico de los decasílabos.
Busto de Manuel Reina (1933) en Puente Genil, obra de Enrique Moreno Rodríguez .