Manuel Pacífico Antequeda

Hijo de Cleofe Antequeda y Rosario Encina Recuero, había heredado de su madre la sangre patricia del Coronel Casimiro Recuero, que acompañara al General San Martín en su Campaña Libertadora al Perú.

Al llegar el turno a Antequeda, Sarmiento le preguntó, en el estrado y ante un público numeroso, cuáles eran sus aspiraciones futuras, al contestar Antequeda que pensaba trasladarse a Córdoba a seguir estudios de Derecho, Sarmiento le replicó en voz alta: "El país no necesita abogados sino maestros para difundir la cultura, enseñar el respeto a la ley y la defensa de la libertad".

Inspirado en las ideas de Pablo A. Pizzurno, implantó en San Juan y por primera vez en el país, la enseñanza manual en las escuelas.

Cuando llegó el doctor Enrique Carbó Ortíz a la primera magistratura de Entre Ríos, designó a Antequeda como Director General de Escuelas de esa provincia por considerarlo el hombre señalado por sus brillantes antecedentes como el indicado para concretar la monumental obra educativa que se proponía emprender.

Antequeda en Entre Ríos lo transforma todo: legislación escolar, escuelas, planes de estudio, programas, en una labor tesonera, austera y ejecutiva.

Mientras hace cuarenta años, la mayoría de los educadores argentinos decía lo que debía hacerse para solucionar los problemas de nuestra educación, hablaba en congresos pedagógicos, pronunciaba discursos, daba conferencias o escribía libros; Manuel P. Antequeda trabajaba en silencio, construía, realizaba lo que otros esbozaban en la literatura profesional".

Para solucionar esta deficiencia establece la prohibición de designar en el futuro maestros sin títulos, al mismo tiempo que implanta "Cursos Temporarios" para que los maestro de campaña puedan obtener títulos habilitantes.

Así, la nueva Constitución entrerriana establece que la enseñanza debe comprender: "Las asignaturas que sirvan más directamente para satisfacer las necesidades intelectuales y materiales de la vida, para moralizar las costumbres y para formar la capacidad política del ciudadano".

Creó bibliotecas en todo centro escolar y estimuló con resultados sumamente halagüeños la acción privada en favor de la escuela.

Al ser intervenida la provincia de Entre Ríos en 1914, Antequeda presenta su renuncia, la que es aceptada con especial reconocimiento a su labor patriótica.

Antequeda en nuestro país sólo tendría símil, por su vocación y apasionamiento con la noble causa, con Sarmiento y Zorilla" [...] "Cuando lleguen las horas serenas recién se apreciará en su justo valor a su artífice como también la solidez del material que le da contornos perdurables a su obra".

Las fuerzas vivas de Entre Ríos le obsequian en homenaje público un álbum que contiene una dedicatoria en la que se enumera su extensa obra y termina expresando: [...] "Por haber, en fin, realizado una obra cultural sin precedentes en nuestra época, por sus resultados positivos y su bien definida orientación técnica".

Y en el discurso de despedida pronunciado por el profesor José María Jaime, éste señaló que Antequeda había realizado: "La obra escolar más completa de los tiempos presentes".

Al frente de dicho instituto puso a la distinguida educadora Doña Custodia Zuloaga.

Funda el Museo Educacional encargando el mismo al naturalista, profesor Carlos Reed y la Academia de Pintura poniendo a su frente al artista mendocino Juan A.

El entonces diputado nacional, doctor Carlos Saavedra Lamas expresó refiriéndose a la misma: "...se trata de una obra que hará honor a la cultura educacional de la República y atestiguará una vez más en los anales de nuestra instrucción la ya probada competencia del pedagogo que la ha inspirado".

Acaso en toda su vida no haya tenido más que una idea convertida en pasión al rodar y agrandarse en el declive de los tiempos.

Sabía que su destino no estaría signado por el progreso económico personal.

Vosotros viviréis condenados a ser pobres, pero si cumplís con honestidad y patriotismo vuestro silencio apostolado, enriqueceréis al país".