Otra versión menos romántica dice que poco se sabe de sus primeros años de su juventud, Lozada era un bandolero que se volvió importante durante la disputa (1855-1856) entre las dos casas comerciales asentadas en Tepic que comerciaban con los bienes que descargaba el Galeón de Manila en San Blas, esas casas comerciales eran la Casa Barrón de Don Eustaquio Barrón, y los Castaños, comerciantes a cuya cabeza estaba José María Castaños.
La rivalidad comercial entre ambas casas se complicó con la guerra civil nacional entre liberales y conservadores.
Es importante aclarar que en esa época la república mexicana estaba dividida en dos bandos, liberales (pugnaban por un estado federal y laico) y conservadores (pugnaban por un estado centralista apegado a la iglesia).
[2] Repudió al Imperio antes de que este fuera derrotado y por esa razón, evitó el fusilamiento.
En 1869 formó una comisión revisora de la situación legal de las tierras indígenas y organizó una asamblea para tomar medidas contra la embriaguez, el robo, la vagancia, así como para fundar escuelas.