[4] Cultivaría el humor con algunas obras de teatro musical que se estrenaron en locales del Paralelo barcelonés.
Dos años después pasaría al Heraldo de Madrid,[2] diario del cual sería nombrado director en 1927.
Tras su llegada a la dirección el Heraldo sufrió un cambio de formato y orientación, incrementando considerablemente su audiencia.
[5] Bajo su dirección, el antiguo periódico liberal, se convierte en un claro oponente a la monarquía alfonsina.
Tras la contienda se exilió en Argentina, donde dirigiría los periódicos El Sol y Crítica.