Dichas casas fueron heredadas y habitadas más tarde por su hijo el licenciado Diego Pérez de Mendoza, clérigo presbítero.
Las casas eran pequeñas pero se rentaban a buen precio por su ubicación en la parte más comercial de la plaza.
Al encontrarse las casas en muy mal estado, don Manuel procedió a demoler parte de ellas y en la esquina levantó la mansión tal y como se encuentra actualmente, convirtiéndose en su residencia familiar.
En 1768, Manuel se volvió a casar con María Rosa Izquierdo y Ugarte, con quien, hacia 1780, pasaría a ocupar la mansión que construyó en la Plaza Mayor, en donde había derribado las casas del Empedradillo.
José María Abarca fue el contacto entre la Conjura de Valladolid y los patriotas patzcuarenses quienes querían obtener la Independencia.
Descubiertos sus planes, fue hecho prisionero y dejado en libertad al poco tiempo.
En el año de 1810, don José María Abarca decide vender sus propiedades en Pátzcuaro, incluyendo la Mansión Iturbe y se traslada a vivir a la ciudad de México.
Se traslada al Nueva España en 1784 estableciéndose en la ciudad de Pátzcuaro.
Al interior del portal aparece la portada con marco de cantera decorado con tableros y cierra en arco escarzano resaltando su clave con el monograma de María.
La fachada lateral no presenta simetría absoluta ni correspondencia entre los vanos de ambos niveles, aunque sí tiene una ventana redonda de cantera en el segundo nivel única en toda la ciudad.