Posiblemente haya sido incorporado en dichas culturas como una evocación del motivo conocido como mano de Dios, cuya naturaleza involucra en aniconismo.[6] Asimismo, Cirlot observa que en el pensamiento berebere, la mano significa protección, autoridad, fuerza y poder.Pero más allá de ello, el jamsa no constituye entre los grupos musulmanes o judíos un deje neopagano.De hecho, una interpretación rigorista desaconsejaría su extendido uso, ya que el Corán prohíbe los amuletos y la superstición en general.En la India, que fue invadida por los musulmanes durante siglos, se lo llama «mano Humsa» (pronunciado jamsa).Algunas organizaciones que trabajan por la paz en Oriente Medio han adoptado el jamsa como símbolo conciliatorio basado en las similitudes culturales existentes entre musulmanes y judíos.Al verla, la celosa Fátima regresó a la cocina irritada y metió la mano en el cazo hirviendo.