Aunque el tesoro papal fue recuperado el pontífice prosiguió con las acusacionesen contra de Jacobo y Pietro.
[3] En el documento, los firmantes hacían saber que Benedicto Gaetani no era el legítimo papa, puesto que la renuncia de su antecesor, Celestino V, había sido inválida y anticanónica, lo cual intentan probar con trece argumentos; en consecuencia, debía convocarse un concilio general a fin de que se demuestre la verdad por el bien de la Iglesia.
[3] La reacción de Bonifacio no hizo esperar, con violencia los dos cardenales fueron destituidos por medio de la bula In escelso throno, que resaltaba el desprecio que la familia Colonna sentía hacia su prójimo y ningún respeto hacia el soberano pontífice.
[3] Bonifacio VIII, el 18 de noviembre, declaró una cruzada en contra de los rebelde Colonna, promulgando las mismas indulgencias que se solían dar a quienes participaban en la guerra contra los infieles.
Los sobrevivientes buscaron refugio en Francia, bajo la protección del rey Felipe el Hermoso.