El municipio incluye, como anejo, a la localidad de Riego del Camino.
A dos km del pueblo se encuentra la fuente mozárabe de Junciel.
Esta Lampreana se encuentra en las inmediaciones de Revellinos y Villafáfila.
De hecho se cree que en la zona hubo repoblaciones ilirias.
Como asegura Jesús Torbado en Tierra mal bautizada: “La Lampreana fue antigua e ilustre laguna, producto también del [río] Salado, cuyas desaparecidas fronteras enmarcan hoy los pueblos de Villarrín, Manganeses, Pajares y Villalba.
El pueblo se alza a 704 metros sobre el nivel del mar.Asentado en la Tierra de Lampreana, un territorio muy apetecible ya en la época romana tanto por las aguas salitrosas, que en esta comarca se encuentran, como por su buen terreno para la producción de cereales.
Los romanos ya conocían y explotaban la lamprea, considerada como un exquisito manjar.
En este lugar se encuentra una fuente con reminiscencias romanas en su construcción, aunque su estilo es más bien mudéjar.
Su localización está en el denominado Teso de Santa Colomba, cercano a Junciel.
Según su toponimia se supone que su población debería proceder del norte peninsular, principalmente de Galicia, Asturias y León (se cree que por leoneses de Manganes), debido a la migración que durante el siglo IX promovió Alfonso III de Asturias.
Tienen un buen índice, pero que en ocasiones no sirve de muchos por faltar las hojas correspondientes.
[8] La desamortización liberal del siglo XIX se realiza en Manganeses al clero, con 1781 ha tasadas en 140 951 reales.
Los obreros agrarios protestan contra las propiedades señoriales, a veces intentando roturarla y ocuparlas.
Cuenta con una ubicación geográfica estratégica y equidistante de las tres ciudades más pobladas de la provincia (Zamora, Benavente y Toro), dato que sin embargo no ha frenado su despoblamiento.
La villa fue posesión del obispo de Zamora hasta el siglo XIX.
Conserva obras de interés, entre ellas, cuatro tablas del siglo XVI, un Cristo románico y una Piedad de 1860, así como una imagen de Jesús Nazareno diseñada según estética barroca, que debió estrenarse hacia 1868, y que fue realizada por el imaginero zamorano Ramón Álvarez.
El primer fin de semana de agosto es la Fiesta del Turista, fiesta que aunque no está vinculada a ningún acontecimiento religioso es la más grande del pueblo y a la que acude más gente.