Manecilla (signo)

En tipografía, la manecilla[1]​ (del latín maniculum,[2]​ pequeña mano) es un glifo o signo[3]​ paratextual[4]​ en forma de una mano con el dedo índice extendido, normalmente en horizontal[4]​ (☞) que se pone en los márgenes de manuscritos, en los cuales podrían incluso llegar a ser «abundantes» y «muy adornadas»,[5]​ y en los impresos para anotar o llamar la atención sobre algún aspecto relevante.

[12]​ Tuvo después un uso muy extendido en los siglos XIII a XV cuando los humanistas anotaban las obras clásicas con la manecilla.

[12]​ Así, en el siglo XIV, el humanista italiano Petrarca usó una manecilla con pulgar y cinco dedos[12]​ (la familia tipográfica Garamond usa una manecilla con seis dedos[2]​) y Cristóbal Colón acostumbraba a dibujar manecillas en los márgenes de sus libros,[13]​ al igual que el humanista español Diego de Covarrubias, quien las dibujaba en los libros que leía.

[14]​ Con la llegada de la imprenta, se sigue usando la manecilla realizada a mano, como en el caso del primer libro impreso en España, el Sinodal de Aguilafuente (1472) que contiene una manecilla, posiblemente dibujada por un lector en 1544.

[2]​ Una variante es que la manecilla se convierte en puño para señalar la función de arrastrar.

Una manecilla diseñada por Cincinnati Type Foundry, 1882
Una manecilla señala la recompensa ofrecida en 1865 por la captura del asesino del presidente Abraham Lincoln , John Wilkes Booth , y sus coconspiradores.
Punteros de mano y de flecha en estilo pixelado
Finger-post en Inglaterra