Les acompañan Juliao Nakaura y Martinho Hara, dos jóvenes japoneses bautizados como indican sus nombres.Será el último acto público importante del papa pues fallecerá de forma repentina el 10 de abril ―a su funeral y a la proclamación del nuevo papa Sixto V asistirá Mancio Ito y los otros tres japoneses―.En el viaje de vuelta Mancio Ito y los otros tres jóvenes japoneses fueron acompañados del propio visitador general.Cuando llegaron a Japón fueron recibidos por Toyotomi Hideyoshi, el nuevo hombre fuerte del país que estaba en proceso de reunificación.[6] Sin embargo, cuando la «embajada» volvió a Japón y se publicó en Macao el libro que relataba su periplo, la situación de catolicismo en Japón había cambiado radicalmente respecto al momento de la partida.