A la edad de cinco años, fue adoptado por su tío Ōmura Sumitada, donde posteriormente asumió el liderazgo del clan.Los súbditos de Sumitada fueron obligados a convertirse o ser exiliados del dominio.Los jesuitas también creían que la implantación firme del cristianismo requeriría la eliminación institucional e iconográfica de las religiones locales.Sin embargo, después de su bautismo, Sumitada expresó más interés y devoción genuina a su nueva fe.Para ilustrar la devoción de Sumitada al cristianismo, el padre jesuita portugués Luís Fróis escribió una vez: Goto Takaakira, hijo ilegítimo de Ōmura Sumisaki lideró una revuelta en Yokoseura terminando el comercio extranjero en ese lugar.Como resultado, en 1570 Sumitada abrió el puerto de Nagasaki a los portugueses y patrocinó su desarrollo.Después de la campaña de Toyotomi Hideyoshi en contra del clan Shimazu, los Ōmura afianzaron su territorio aunque Nagasaki les fue arrebatado a los jesuitas y se convirtió en un chokkatsu-ryo, o posesión directa bajo la administración Toyotomi.