Alarife

Alarife (del árabe hispánico العَرِيف «alʿaríf», a su vez del árabe clásico عريف «ʿarīf», experto[1]​) y alarifazgo son términos en desuso que denominaron en la península ibérica al maestro de albañilería mudéjar,[2]​ en la herencia cultural del periodo islámico en ese territorio.Entre los oficios relacionados con la construcción fue sinónimo del arquitecto o el maestro de obras y de forma general del albañil.[7]​[8]​ Ya en la segunda mitad del siglo xiii, en el texto de las Siete Partidas, Alfonso X marca al gremio de alarifes las instrucciones para el cuidado y conservación de las murallas de Alcalá de Henares,[9]​ y se describen sus habilidades en «fazer ingenios y otras sotilezas», a fin de poder «fazer... derribar... reparar... y mantener» los edificios, como «hombres sabidores que son puestos por mandato del rey para mandar hazer derecho acuciosamente y con gran bemencia... que sean leales y de buena fama y sin mala codicia...» También se le exigen conocimientos de Geometría,[10]​ Si de todo ello se desprende la actividad del alarife como primitivo técnico municipal en materia de construcción e ingeniería, la atenta lectura del referido Libro del Peso de los alarifes y Balanza de Menestrales (cuya primera edición es del siglo xiv con una ampliación datada en el xvi) permite construir una definición de la amplitud de aquel oficio a partir del conjunto de funciones que desempeñaron los alarifes, funciones orientadas a la regulación de las obras públicas y a la preservación de los «bienes del común», llegando además a ser designados «maestros del arte de la construcción».Además del ejemplo descrito por Torres Villarroel, Pedro Álvarez de Miranda, en su ensayo-prólogo a la edición conmemorativa de la RAE y la ASALE de la novela de Camilo José Cela La colmena, comenta el uso que el nobel gallego hizo del término «alarifazgo» en su libro Judíos, moros y cristianos (1956), al parecer recuperando el uso que del término, casi perdido, hiciera Gabriel Miró en su Libro de Sigüenza.[13]​ Más uso ha conservado la voz alarife en los países iberoamericanos (aunque en ocasiones cambiando su significado original), así como en la nomenclatura de las actividades relacionadas con la arquitectura y la construcción, dando nombre a estudios profesionales y publicaciones asociadas a las artes decorativas.
Breve compendio de la carpintería de lo blanco y tratado de alarifes , obra de Diego López de Arenas, manual práctico en una edición de 1727.
Pórtico del Patio del Yeso , ejemplo del arte almohade , obra del alarife ‘Alī al-Gumarī, en el Real Alcázar de Sevilla .