El término Madridejos viene dado por distintas versiones según se acepte la raíz romana o árabe.[2] Morala elige la raíz MATRICE para explicar los numerosos topónimos Madriz que existen en la zona de León.En el periodo 1930-1940 disminuyó un 4 % debido al descenso de la natalidad, motivada por la crisis económica imperante en aquellos años, aspectos sanitarios, mortalidad infantil, y principalmente la Guerra Civil.Entre 1940-1950 la población tuvo su mayor aumento, con más de 1400 habitantes, un 14 %, mientras que a nivel provincial crecía un 8 %.A partir de 1975, aún existiendo emigración, la población aumentó en unos 200 habitantes cada cinco años.Actualmente sólo queda uno totalmente en pie, el conocido como molino del Tío Genaro, uno de los más antiguos existentes en La Mancha.Catalogado con un origen que ronda los cuatrocientos años y considerado de interés turístico.Su propietario, José-Luis Doctor García, lo heredó de sus antepasados, que lo utilizaron para la molienda hasta la mitad del siglo XX, aún conserva la maquinaria completa.Su traza se debe a Alonso de Covarrubias, aunque ha tenido diversas reconstrucciones y restauraciones posteriores.Planta en cruz latina con cierre en media naranja con linterna, coro elevado tapado con celosía en su parte interior.Durante la guerra civil las monjas se dispersaron y el convento fue alojamiento de 400 evacuados.Durante este tiempo la iglesia fue saqueada, al término de la guerra la custodia se pudo recuperar en Cuenca.Dicha remodelación terminó en 1993 y fue dirigida por el arquitecto dominico don Francisco Coello.Posee dos puertas, siendo la orientada hacia el paseo la principal, actualmente rehabilitada, y en sus terrenos anexos se ha construido la Residencia de ancianos.Contribuyó poderosamente a su construcción María Cervantes Gallego y Juan de Mayorga.En el siglo XVIII contaba con cinco oficinas, veintiséis celdas, librería y huerto.Dicha señora junto con su padre están sepultados en el altar mayor de la iglesia.En septiembre de 2008 se inauguró en este mismo edificio el museo permanente del Azafrán, puesto que este pueblo ha sido un gran productor de esta flor; gracias a los esfuerzos del Ayuntamiento y la Asociación Cultural El Carpío.En el piso alto, otras cámaras que fueron salón o estrado y alcoba.El silo era la casa de las familias más humildes y trabajadoras del pueblo.Las paredes, techos y suelos aparecen recubiertos de cal lo que hace que el sol penetre con mucha fuerza en el interior del silo para iluminar toda la casa con deslumbrante blancura.En las habitaciones interiores se abren ventanas verticales denominadas "lumbreras" que, además, sirven de ventilación a la casa.Actualmente está en remodelación y se abrirá en ella un museo taurino, cuando finalice su restauración.Su devoción se pierde en la profundidad de la Edad Media, ya que las pestes eran muy temidas.El símbolo de la peste se representa mediante flechas caídas del cielo.Documentado está que en los siglos XII y XIII, se iba andando y descalzos al santuario de Santa María del Monte (en término de Urda), el camino que discurría hasta allí, sigue denominándose “carril del Descalzadero”.El pregonero se encargaba de retirar las mesas, barrer la plaza y regarla al caer la tarde.Antiguamente en la víspera se hacía una especie de mascarada – corrida de toros donde dieciséis personajes del pueblo subidos en engalanados caballos representaban en la antigua plaza una reñida lid o combates con ordenadas escaramuza y torneos entre moros y cristianos.Parece que tomaban en las batallas por patrono al santísimo Cristo del Prado, por eso se realizaba ese día.Este tipo de jabón aún se sigue utilizando, aunque ya solamente para lavar la ropa a mano, pero antiguamente se empleaba también para lavarse las manos ya que las dejaba muy limpias y desinfectadas.