Música de vanguardia

El escritor Tejumola Olaniyan describe la "música avant-pop" como una transgresión de "los límites de los estilos establecidos, los significados a los que esos estilos hacen referencia y las normas sociales que apoyan o implican".

El escritor musical Sean Albiez describe el "avant-pop" como la identificación de artistas idiosincrásicos que trabajan en "un espacio liminal entre la música clásica contemporánea y los muchos géneros musicales populares que se desarrollaron en la segunda mitad del siglo XX".

En 1959, el productor musical Joe Meek grabó I Hear a New World (1960), que Jonathan Patrick de Tiny Mix Tapes llama un "momento seminal tanto en la música electrónica como en la historia del vanguardismo [...] una colección de viñetas pop de ensueño, adornadas con ecos dub y zarcillos sónicos deformados por cintas" que serían en gran medida ignorados en ese momento.

A finales de los años 60 en Alemania, una escena de avant-pop experimental denominada "krautrock" vio a artistas influyentes como Kraftwerk, Can y Tangerine Dream inspirarse en el minimalismo, la música académica alemana y el pop-rock angloamericano.

De acuerdo al erudito Larry Sitsky, como el propósito de la música de vanguardia es necesariamente la crítica política, social y cultural para que desafíe los valores sociales y artísticos provocando o aguijoneando al público, compositores como Igor Stravinsky, Richard Strauss, Arnold Schoenberg, Anton Webern, George Antheil y Claude Debussy pueden ser considerados razonablemente como vanguardistas en sus trabajos más tempranos (lo que se puede entender como provocador, quisieran o no los compositores seguir este camino), pero Sitsky no considera la etiqueta apropiada para su música más tardía[8]​.

Por ejemplo, los modernistas del período posterior a la II Guerra Mundial, como Milton Babbitt, Luciano Berio, Elliott Carter, György Ligeti y Witold Lutosławski, nunca concibieron su música con el propósito de aguijonear a la audiencia y no pueden, por lo tanto, ser clasificados como vanguardistas.

Compositores como John Cage y Harry Partch, por el contrario, se mantuvieron como vanguardistas durante toda su carrera creativa[8]​.