Cualquier planeta constituye una fuente de luz extremadamente tenue en comparación con la estrella alrededor de la que órbita (estrella madre).
Por estos motivos, menos del 5% de los planetas extrasolares conocidos en febrero de 2014 se han detectado mediante observación directa.
[1] Por ello, los astrónomos han tenido que recurrir por lo general a métodos indirectos para detectar los planetas extrasolares.
Hasta la fecha, los siguientes métodos indirectos se han demostrado útiles.
Los siguientes métodos han sido empleados con éxito en al menos una ocasión para descubrir un nuevo planeta o detectar un planeta ya conocido: