El otro segmento arranca a pocos kilómetros al sur del anterior (Miramar), y continúa hacia mayores latitudes en dirección sudoeste y luego este, hasta alcanzar la zona próxima a Bahía Blanca, donde el cordón dunícola es interrumpido por un sistema estuarial.
[7][8][9][10] En esta sección los médanos están mayormente colgados sobre acantilados bajos limo-arenosos, con origen en el Plioceno-Pleistoceno.
[6] Con respecto a la sección anterior, la actividad antrópica es notablemente inferior por lo que conserva en mucha mayor medida las características propias de la dinámica natural del ecosistema.
En parte se encuentra colgada sobre acantilados (como el tramo de cadena dunícola entre el faro Segunda Barranca y la punta Rubia).
En la zona media del sistema dunícola los médanos se cuelgan sobre los depósitos líticos de la porción final del sistema de Tandilia, que allí se presenta solo con lomas rocosas y potentes acantilados que caen a pique sobre las aguas marinas.
[23][24] y tiene más de 1000 años La sección septentrional u oriental posee el tipo climático Pampeano marítimo, mesotermal subhúmedo- húmedo.
En la zona que rodea a Mar del Plata se encuentra el clima Marítimo cálido.
Siguiendo hacia el sur, en el primer tramo de la sección austral vuelve a presentarse el Pampeano marítimo hasta más allá de Necochea, mientras que a partir del balneario Orense pasa al clima Pampeano típico, mesotermal subhúmedo-seco.
[28] Las precipitaciones se encuentran distribuidas durante todo el año, aunque son más intensas en las estaciones transicionales.
Las brisas marinas son fenómenos meteorológicos a escala local que ejercen su influencia sobre el cordón medanoso costero durante todo el año.
[41] Otros mamíferos destacados son el gato montés (Leopardus geoffroyi), el gato de los pajonales (Leopardus pajeros), el cuis pampeano (Cavia aperea pamparum), el zorro gris pampeano (Lycalopex gymnocercus), la mulita pampeana (Dasypus hybridus), el peludo (Chaetophractus villosus), el pichiciego (Chlamyphorus truncatus) —relictual en los médanos de Monte Hermoso—,[42] el piche patagónico (Zaedyus pichiy ), —relictual en los médanos de Claromecó—,[42] el zorrino (Conepatus chinga), el hurón mediano (Galictis cuja), los marsupiales colicorto pampeano (Monodelphis dimidiata) y las comadrejas colorada (Lutreolina crassicaudata) y overa (Didelphis albiventris), varias especies de quirópteros, siendo el más común el murciélago cola de ratón (Tadarida brasiliensis), la nutria roedora (Myocastor coypus), el carpincho (Hydrochoerus hydrochaeris), roedores pequeños, etc.[43] El mamífero más emblemático posiblemente es el tuco tuco de las dunas (Ctenomys australis), endémico del cordón de dunas bonaerense,[44][45] específicamente del primer cordón o frontal, roedor que es acompañado en el segundo y tercer cordón dunícola por otro taxón endémico, la subespecie del tuco-tuco del talar Ctenomys talarum recessus.
[46] Las aves pampeanas encuentran en los pastizales de los médanos un hábitat adecuado donde sobrevivir a la destrucción perpetrada en la llanura por la agricultura y la ganadería intensiva.
Entre las especies ornitológicas características, las poblaciones de muchos taxones que habitaban en estas dunas se encuentran extintas o muy amenazadas, por ejemplo la loica pampeana (Sturnella defilippii) —otrora abundante hoy muy rara y solo en los médanos más occidentales—,[47][48][49] el ñandú (Rhea americana) —cada vez más raro—, el cauquén colorado (Chloephaga rubidiceps) —visitante invernal seriamente amenazado—, la martineta colorada (Rhynchotus rufescens) —recuperándose—, la martineta copetona (Eudromia elegans) —recuperándose—, y la perdiz chica (Nothura maculosa) —afectada por agroquímicos—.
También pájaros pequeños, como la caminera común (característica de los médanos), la calandria grande, la calandria mora, la bandurrita común —las dos últimas en invierno—, la tijereta, el pico de plata, el misto, los cachilos ceja amarilla y canela, el espinero pecho manchado —los 2 últimos solo en la barrera medanosa oriental—, el espartillero pampeano, el espartillero enano, el curutié ocráceo, el verdón, el dragón o pecho amarillo, la ratona aperdizada, las cachirlas común y de uña corta, el pico de plata, el chingolo, la loica común, el pecho colorado, etc.[50][51] Los pastizales arenosos son un refugio para las bandadas de chorlos migratorios, entre los cuales se encuentran el chorlo cabezón, el chorlito doble collar, el chorlo pampa, el playerito canela, el playerito rabadilla blanca, etc.
[52] Los cordones medanosos no poseen anfibios endémicos, pero sí buenas poblaciones de los que habitan en la llanura pampeana, por ejemplo el amenazado escuerzo común (Ceratophrys ornata).
[55] Entre los reptiles se encuentran numerosos ofidios contando con la presencia de algunos peligrosos para el ser humano, como las yararáes grande y ñata, esta última solo en la barrera dunícola austral.
[56][57] Pero lo reptiles más conspicuos son las lagartijas, las que encuentran en los biotopos psamófitos, áridos y soleados un ambiente ideal.
[60][61][62][63] Si bien aún falta prospectar más intensamente, presentan abundancia de singularidades, entre otros, en escarabajos,[64] arañas y escorpiones.
[58] La lepidopterofauna del biotopo, al conservar aún porciones no alteradas de los pastizales prístinos, mantiene muchas especies que ya se han vuelto raras en las zonas pampeanas más transformadas.
Algunas especies, en especial en la barrera medanosa oriental, son compartidas con las dunas uruguayas y del sur de Brasil.
A estos 3 grandes aportes se amalgaman especies endémicas, es decir exclusivas de estas dunas, las cuales han evolucionado en una íntima asociación con el ecosistema arenoso litoral.
[73] Son acompañadas por una robusta gramínea, el junquillo (Sporobolus rigens), y por la hierba carnosa calicera (Calycera crassifolia).
[74] Se presentan en zonas arenosas más alejadas de la costa, así como también en dunas fijas o fósiles.
Con grandes variaciones en relación con las especies dominantes se encuentran: Poa lanuginosa, tupe (Panicum urvilleanum), Adesmia incana, Androtrichum trigynum, suncho (Tessaria absinthioides), el olivillo (Hyalis argentea), varilla de oro (Solidago chilensis), Sporobolus rigens, Senecio bergii, Senecio quequensis, Calycera crassifolia, Neosparton ephedroides, Aristida spegazzinii, Schizachyrium spicatum, Baccharis divaricata, Achyrocline satureioides, Imperata brasiliensis, Polypogon imberbis, Oenothera mollisima, Glycyrrhiza astragalina, etc. Ya próximas a los suelos loésicos del interior se hace presente el flechillar de Stipa papposa y Nassella neesiana.
En estas comunidades halófilas la especie dominante es el hunco (Juncus acutus), el que es acompañado por duraznillares (Solanum glaucophyllum), y variadas especies herbáceas de porte bajo y hojas carnosas, como el heliotropo, el jume, la verdolaga, etc. Se presentan en zonas inundables por aguas salobres.
En valles interdunícolas los cortaderales pueden presentar un sector central de suelos aún más bajos, los que son demasiado húmedos para las cortaderas; en ellos se encuentran totorales (Typha latifolia), Juncus tenuis, Eleocharis macrostachya, Schoenoplectus acutus, juncales (Schoenoplectus californicus), etc.
En el área occidental de la barrera austral ingresan elementos leñosos provenientes del oeste,entre los cuales se encuentran el molle blanco, el romerillo amarillo, Margyricarpus pinnatus, el llantén peludo, el cabello de ángel (una enredadera), el solupe, el alpataco, el llaollín, etc.
Son numerosas las especies vegetales exóticas que han invadido las áreas naturales de este sistema dunícola costero.
Esto comenzó a alterarse con el moderno desarrollo humano del área marítima costera, el cual se realizó sin una mínima planificación, provocando en consecuencia que se rompiese el balance sedimentario además de serios desórdenes en los procesos biológicos.
Es un área natural protegida provincial ubicada entre los partidos de Coronel Rosales y Monte Hermoso.