[3] Lord Elgin, embajador inglés en Constantinopla, consiguió del emperador un firmán que le permitió rescatar del dominio turco las esculturas sobrevivientes, mediante grandes gastos personales, entre 1800 y 1812, y salvaguardarlas en Londres.
Elgin, en apuros financieros, las vendió al gobierno en 1816, por una fracción de lo que le había costado rescatarlas.
Los mármoles de Elgin incluyen, por tanto, algunas estatuas procedentes de los frontones, las metopas que describen enfrentamientos entre lápitas y centauros, así como el friso del Partenón que decoraba la parte interior del templo.
Lord Elgin no fue el primero, ni el último, en dispersar elementos históricos de sus localizaciones originales.
[5] El Museo Británico declara tener derecho a conservar y exponer los mármoles a pesar de que Elgin falsificó un permiso del sultán para obtenerlo (hay más detalles en la versión en inglés de este artículo).