Su distribución se encuentra más al norte que la del ruiseñor, una especie cercana.
Anida casi a nivel del suelo, en arbustos densos.
El ruiseñor ruso tiene un tamaño similar al petirrojo europeo.
Sus tonos grises, los cuales le dan una apariencia nebulosa en la parte inferior, y la carencia de las típicas franjas rojas a los lados de la cola de los ruiseñores son las principales diferencias que tiene con esta otra especie.
No tiene el crescendo de silbidos potentes del ruiseñor común.