Ingresó en la orden dominica en el convento de San Pablo de su ciudad natal, estudiando en este lógica y filosofía.
Ese mismo año el monarca castellano le envía a Perpiñán donde, en el marco del Concilio de Constanza (1414-1418) se intentaba una conciliación con Benedicto XIII que acabara con el Cisma de Occidente.
El año siguiente, Juan II manda que forme parte de la embajada que envió a este Concilio bajo el liderazgo de Pedro de Grado.
Además, en 1422, Juan II le encargó anunciar a Alfonso V de Aragón la prisión del hermano de este, el infante don Enrique.
Este monarca le encargaría la construcción del convento dominico en Tordesillas.