Tras una nueva estancia en México regresó a España en 1616 y se estableció en Sevilla.
Desde entonces dejó la poesía y se consagró por entero al teatro.
El acierto en el engaño (1641) sufrió problemas con la censura al menos tres veces, e incluso posee dos finales distintos;[2] la más celebrada es El mayor contrario amigo y Diablo predicador.
Apareció como escrito anónimo por el desenfado y libertad de algunos caracteres, y solo tuvo problemas con la censura muchos años después a causa de su presunto anticlericalismo contra las órdenes regulares.
En colaboración con Agustín Moreto y Martínez de Meneses escribió La renegada de Valladolid, sobre una leyenda piadosa, y El príncipe perseguido, sobre Borís Godunov.