Louis-René-Édouard de Rohan

Louis de Rohan fue destinado para este alto oficio desde su nacimiento.

Éduard fue miembro del partido político que se oponía a la alianza con Austria.

Ese mismo año se convirtió en abad de Noirmoutiers y Chaise-Dieu.

A pesar de su favorable posición, el cardenal siempre se sintió inquieto e infeliz, buscando apaciguar la animosidad que María Antonieta sentía por él.

Sin embargo, la condesa se quedó con el collar, lo desmontó y comenzó a vender sus diamantes.

En el exilio, su carácter mejoró y ocupó lo que le quedaba de sus riquezas en otorgar fondos a los clérigos pobres de su diócesis, que habían sido obligados a dejar Francia.

Miembros de la familia Rohan habían ocupado cargos en el obispado de Estrasburgo desde 1704.