Agricultor y político conservador chileno.
Hijo de José Narciso Herrera y Tapia, descendiente de la familia Hernández de Herrera, y Leonor Urzúa y Rodríguez.
Fue seminarista, pero se retiró, años más tarde contrajo matrimonio con Mercedes Luque y Blanco.
Volvió a Curacaví a hacerse cargo de las tierras agrícolas de su padre.
Emigró con su familia a Rancagua, instalándose en la zona norte de la ciudad donde compró varias hectáreas y construyó el Fundo Santa Leonor, en honor a su madre.