Luis Felipe Neri de Alfaro

(Juan Benito Díaz de Gamarra y Dávalos, Elogio fúnebre, 1776).

Alfaro Puso la puerta del templo mirando al poniente, como hoy se ve.

En ese mismo Santuario de Jesús Nazareno donde principalmente se revela el Padre Alfaro como un “Sacerdote fiel y según el corazón de dios.” “No usó por muchos años (como cama) sino una zalea y dos frazadas bien ligeras.

Su comida fue siempre tan escasa, que apenas se podía entretener el hambre.

Cuando le gustaba algún manjar, lo dejaba luego o lo mezclaba al descuido, por no ser notado, un poco de acibar que siempre traía en su bolsa.

Santuario de Atotonilco.
Capilla del Calvario en el Santuario de Atotonilco.