Luis Acosta Moro

Posteriormente, los continuó en la Academia Durán, donde estudió hasta los catorce años, edad en la que empezó a trabajar, pero siguiendo con la investigación de nuevas técnicas en diversos aspectos de la expresión plástica y del arte en general.

A los 18 años montó su primer estudio gráfico, ya como empresario, realizando en esta época, numerosas ilustraciones que serían reproducidas en forma de postales, christmas, calendarios, tarjetas, etc.

En todas estas ediciones, Acosta Moro llevó la diagramación, la dirección artística y, en la mayoría de los casos, realizó también las fotografías del interior.

Esta gran responsabilidad sumió al artista en un estado febril que le acompañó todo el tiempo que trabajó en este proyecto, al cual se dedicó de una manera absoluta en un estado de frenética actividad para terminarlo en el plazo requerido.

Eso hizo que las editoriales europeas se enfriaran y decidieran hacer una edición más asequible en fascículos, cuestión que desagradó enormemente a Acosta Moro, el cual, finalmente, se negó a aceptar ese tipo de publicación.

En este enigmático libro, los personajes adquieren una nueva dimensión, como si fuesen seres perdidos en sus incertidumbres, “en sus momentos críticos, en su pequeñez y en su grandeza".

[6]​ Por el objetivo de sus cámaras desfilaron modelos muy conocidas en la época: Margit Kocsis, Willy Van Rooy, Jenny Kooiman, Veruschka, etc., cantantes y artistas como Carmen Sevilla, Miguel Gallardo o Carmen Amaya, entre otros, mientras que sus innovadoras técnicas hacían que muchos incipientes fotógrafos acudieran a su estudio para formarse.

Al igual que ocurriera unos años antes con la fotografía, en el sector del cine publicitario, Acosta Moro fue uno de los profesionales más reconocidos.