En 1847 comenzó a trabajar como profesor asociado de filología clásica en Königsberg, donde fue profesor asistente desde 1856 y titular a partir de 1858.
De origen judío, abrazó el cristianismo.
Esta obra se considera una de las producciones filológicas más notables del siglo XIX.
Fue traducida al español, el francés, el italiano y el húngaro.
Otras obras de Friedländer son: Editó y anotó a varios autores clásicos: En español hay una traducción parcial de su obra cumbre: