El crítico y escritor Luis Mariñas Otero la llamó «la gran dama de las letras hondureñas».
Lucila mantenía correspondencia con Turcios y con una hermana de este, Rafaela, a quien parecía unir una gran amistad.
Blanca Olmedo, una novela romántica escrita a principios del siglo XX, resulta ya anacrónica para su época, porque el período cultural del romanticismo ya se consideraba superado para ese tiempo.
En Blanca Olmedo los protagonistas gozan de una exquisita educación que les permite usar siempre un lenguaje refinado.
En las tertulias a las que asisten estos personajes se ejecutan piezas musicales famosas en Europa.
El lugar de la acción aparece como una ciudad indeterminada en algún país del continente americano.
Su abundante producción literaria ocupa el período tardío del romanticismo de la novela hispanoamericana; el amor y la familia, son los grandes temas que ocupan la mayor parte de sus argumentos narrativos.