La competición estaba organizada mediante eliminatorias hasta que finalmente se proclamaba un campeón.
En uno de los sets nadie le desafió, sin embargo, cuando salió a la skamma, resbaló y se cayó, razón por la que fue abucheado por el público, los cuales declararon que "no debía ser coronado" por caerse.
Aunque no era habilidoso en la lucha, sí que podía romper los dedos de sus rivales.
En la Suda está escrito que Kleostratos de Rodas ganó a su oponente tras asfixiarle.
[3] Aelian hizo lo propio con Democrates; y Diógenes Laercio con Aristón de Argos.