Su tesis doctoral, defendida en 1921, versó sobre el peso atómico del carbono, que logró ajustar hasta en tres decimales, frente al número entero 12 que se le concedía hasta entonces.
Este descubrimiento sería la base del carbono-14, que ha resultado de enorme utilidad para las dataciones en el tiempo.
Era un predicador de la teoría de los radicales libres y prueba de ello fue el principio alimenticio que el mismo patento llamado Menem, una sustancia que ralentizaba el envejecimiento celular y tuvo su éxito durante algunas décadas sobre todo entre la población ovetense.
Tras la guerra civil española mantuvo su puesto como catedrático, algo nada habitual.
[cita requerida] Vicedirector y miembro fundador del Real Instituto de Estudios Asturianos.