Lucas Martínez de Frías

[2]​ Por el legado que Lucas Martínez de Frías reflejó en su testamento, realizado en la ciudad de Lima ante el escribano Alonso Martínez de Palacios, en el que nombraba como depositario a Diego Frías de Montemayor, hermano suyo residente en Jaén, se conoce que el Capitán Pocasangre medró e hizo gran fortuna en las Indias.

[3]​ En 1684, don Juan Roldán, albacea testamentario del Capitán, enviaba la suma de ocho mil quinientos pesos a don Diego de Frías y Montemayor por medio del tesorero de la Real Armada don Francisco Chabeiazu.

Por un lado, mil quinientos pesos para que:[1]​ Por otro lado, mandaba dedicar quinientos pesos a la realización de una lámpara de plata para alumbrar la imagen de Nuestro Padre Jesús, señalando que[1]​ No obstante, enseguida surgieron problemas con la herencia del Capitán, ya que una prima suya, doña Ana María de Montemayor, residente en Lima, inició un pleito al considerarse heredera legítima de los bienes.

El traslado de la piedra sería sufragado por la familia Frías.

[1]​ En el barrio de San Ildefonso, Jaén, existe una calle, hoy llamada de San Fernando, que fue conocida también como calle Pocasangre.