Ernst Lubitsch

Al año siguiente rodó El gato montés y La mujer del faraón, cuyo gran éxito le valió ir a California.

[4]​ Al regresar a Berlín, y hastiado del cine histórico, hizo un drama de cámara Montmartre (Die Flamme, 1922).

Sus cuatro primeros largometrajes obtuvieron un notable éxito, por lo que la actriz Mary Pickford le propuso un contrato en Hollywood.

En 1928, rodó El patriota e hizo su último filme silencioso en 1929: Amor eterno, romántico y bello visualmente.

Luego, hasta su nacionalización en 1933, hizo Montecarlo (1930), El teniente seductor (1931); un drama antibelicista, Remordimiento (1932), que se considera obra maestra; y otras comedias, como Una hora contigo, Un ladrón en la alcoba, Si yo tuviera un millón (episodio), todo en 1932, y al año siguiente Una mujer para dos.

En este mismo subgénero (dentro de la comedia americana clásica), dirigió la famosa sátira propagandista contra la absurda rigidez soviética Ninotchka (1940), y más tarde la mordaz sátira antinazi Ser o no ser (1943), pero trenzada con su esquema del engaño amoroso matrimonial, que fue su guía.

Su preferencia en autores eran los húngaros que escribían dramas como por ejemplo Laszlo Aladar (Trouble in Paradise) o Melchior Lengyel (Ange, Ninotchka).

Pero aun así, su guionista favorito fue Samson Raphaelson quien comentó que a Lubitsch le gustaba improvisar mientras escribía.

Debido a la improvisación melódica del violinista, la noche en la que se encuentran Lady Baker y Anthony Halton precipita la acción: Baker la toca en el piano haciéndole creer a su marido que es una composición propia, pero este escucha por teléfono como Halton también la toca.

Para terminar, Werner R. Heymann, un músico más oscuro, pero que se prestaba bastante bien al lenguaje cinematográfico, compondrá la música para cuatro películas de Lubitsch que son: Ninotchka, The shop around the corner, That uncertain feeling y Ser o no ser.

Este recurso, denominado «toque Lubitsch», consiste en una composición de argumento elegante y sofisticado que acababa dirigiéndose hacia la ironía.