[2] Es una comedia alocada, en la que los personajes se debaten en discusiones filosóficas en los momentos más inoportunos, mezclando un hilarante espíritu humorístico con reflexiones profundamente existenciales.
Tras salvarse por los pelos de morir en un esperpéntico duelo, Sonja (ya viuda) se casa finalmente con él.
Cuando Bonaparte llega a Moscú, Grushenko decide no pelear más, pero su amada Sonja quiere matar al emperador francés para acabar con la guerra de una vez por todas y ambos emprenden esta temeraria misión, todo con el toque cómico de Allen.
Grushenko muestra ya un claro estilo en la escritura y en la dirección de Woody Allen, dispuesto a dar el gran paso con su siguiente película, la conocida Annie Hall (1977).
Allen pone un especial énfasis en los diálogos, filosóficos, mordaces e inevitablemente cómicos, así como en la comedia física o slapstick y en los siempre presentes homenajes/parodias a sus héroes: en la escena final, Boris Grushenko baila con la muerte, personificada como lo hiciera el cineasta sueco Ingmar Bergman en su aclamado filme El séptimo sello (1957).