En estas obras, los temas aparecen pintados con un pincel ancho, enfatizando las formas geométricas.
Según Louisa, "fue en esta época cuando comencé a pintar mis cuadros en una sesión ininterrumpida".
[2] Estas pinturas ya muestran en gran parte el carácter de su obra posterior, si bien tienen un color más apagado.
Los paisajes son a menudo representaciones estilizadas de caballos y ovejas islandesas.
[8] El poeta John Ashbery describió este resultado como el "sabor, a la vez suave y astringente, que ningún otro pintor nos proporciona".