Durante su mandato llevó a cabo extensas reformas en materia de impuestos, introduciendo cálculos sobre las bases de los terrenos arables.
Cuando estalló la Revolución francesa en julio de 1789, Berthier de Sauvigny era una figura impopular, en parte debido a que algunas de sus obligaciones implicaban obtener provisiones para la armada real.
Un destacamento armado lo condujo a París en carruaje para responder por supuestas acciones conducentes a privar de alimentos al Tercer Estado.
A las afueras de la capital, una muchedumbre los interceptó y arrancó el techo del carruaje.
La ferocidad de ambos linchamientos condujo a una serie de protestas, a las cuales Antoine Barnave, miembro de la Asamblea Nacional, respondió: "entonces, ¿es su sangre tan pura?