La apariencia general del monoplaza era bastante similar a la de su predecesor, el Lotus E20.
El E21 tuvo un inmejorable estreno en Melbourne, ya que Kimi Räikkönen logró llevarse la victoria gracias a un buen ritmo y a una parada en boxes menos que los rivales, siguiendo así con la exitosa senda del E20.
En el GP de China, Kimi Räikkönen consigue volver al podio, mientras en Baréin, Romain Grosjean vuelve a su mejor nivel con un chasis nuevo y acompaña a Kimi Räikkönen en el cajón (3.º y 2.º, respectivamente).
Pero con la vuelta de la competición en territorio europeo y las altas temperaturas, el E21 vuelve por sus fueros, con otro doble podio en Alemania y otro buen resultado en Hungría, carreras en las que Grosjean también tuvo opciones de ganar.
Pero nuevamente el equipo se recuperó situando a sus dos pilotos en el podio en Corea, y Grosjean obtuvo tres terceras posiciones consecutivas.