En la ciudad abandonada la atmósfera inicial de lo sobrenatural da paso a la intriga sobre el oráculo.
Zargheba ha traído con él una esclava corintia, Muriela, para que interprete el papel del oráculo y le diga a los sacerdotes que le entreguen todas las joyas a Thutmekri.
Al principio Conan está asustado del oráculo viviente pero rápidamente descubre el ardid.
Finalmente murió allí; sus siervos inmortales lo enterraron según sus instrucciones, y, se deshicieron del control de su amo, masacraron a todos los sacerdotes de Keshan que intentaron visitar la ciudad y consultar al oráculo después.
En 2005, en la editorial Dark Horse Comics, P. Craig Russell publicó su propia adaptación del relato bajo la forma de una miniserie en tres números, reunida en 2006 en un libro encuadernado en cartoné.