Los fuegos de Pompeya

El Décimo Doctor y Donna Noble llegan a lo que el Doctor cree la Roma del siglo I d. C. Tras un terremoto y ver una montaña cercana que echa humo, se da cuenta de que en realidad se han materializado en Pompeya un día antes de la erupción del Monte Vesubio.

Cuando Donna y él regresan a donde aterrizaron la TARDIS, descubren que un mercador local se la ha vendido al escultor Lucius Caecilius Iucundus.

También se le profetiza al doctor que "ella está regresando", sin aclararle nada más.

[5]​ El episodio se basó con fuerza en la cuestión moral que Donna le impuso al Doctor: si avisar a la población de Pompeya, o salvarse ellos mismos de la situación.

[1]​[6]​ Moran también tuvo que enfrentarse a la intensidad y sensibilidad requeridas al escribir sobre la erupción.

Ian Hyland, de News of the World, dijo que Tate "era casi soportable esta semana".

Concluyó diciendo "esta semana fue cien veces mejor que ese pésimo episodio de apertura.

Apreció mucho a Tate, diciendo "ha evolucionado aún más desde el personaje de la "fugitiva" que inicialmente se unió al programa".

La frase "TK Maxximus" el uso del Doctor de una pistola de agua para retener al Pyrovile recibieron alabanzas, así como los efectos especiales para animar al Pyrovile.

[23]​ Ben Rawson-Jones de Digital Spy le dio al episodio 3 estrellas sobre 5.

Su cabecera dijo "Fantásticos efectos y un dilema moral bien desarrollado refuerzan Los fuegos de Pompeya, aunque el episodio no logra entrar en erupción".

Rawson-Jones pensó que el guion de Moran le pareció "demasiado largo para enganchar activamente al espectador y aprovechar la premisa irresistible de que los viajeros en el tiempo llegando a la ciudad condenada poco antes del 'día del volcán'", y que "las subtramas son insatisfactioramente condusas durante la mayor parte de la narración".

En conjunto, apreció la premisa del episodio, pero pensó que "mereció un guion mejor".

Los fuegos de Pompeya se rodó en los estudios Cinecittà en Roma.